Fríos tambores, que van calentando, mirando como el fuego arde y las manos que golpeteean el cuero, para finalmente pasearse por la avenida, llena de oídos a la espera de sus sonares.
Con pasos cortos, las cuerdas se las ingenian para que, cada golpe suene en tu interior
A quemar esos parches y con ellos los pesares que el candombe calienta el alma!!!
ResponderEliminar